Ensayo respecto a los pactos parte 2º

LOS PACTOS DE DIOS
Como vimos anteriormente uno de los ejes principales de la Biblia es la redención del hombre. Después del pecado en Edén, el hombre perdió la gracia de Dios. Pero Dios estableció diferentes pactos con el cual este podría redimirse.

-El pacto edénico fue el primer pacto que Dios hizo con el hombre (Gn. 1:26-31; 2:16-17)
-El pacto adámico fue hecho con el hombre después de la caída (Gn. 3:16-19)
-El pacto de Noé fue hecho con Noé y sus hijos (Gn. 9: 1-18)
-El pacto abrahámico es una de las grandes revelaciones de Dios concernientes a la historia futura, y en él fueron dadas profundas promesas. (Gn. 12:1-4; 13:14-17; 15:1-7; 17: 1-8)
-El pacto mosaico fue dado a través de Moisés para los hijos de Israel mientras que estaban viajando desde Egipto hacia la Tierra Prometida (Ex. 20:1 - 31:18)
-El pacto palestino era un pacto incondicional en conexión con la posesión final de la tierra por parte de Israel (Dt. 30:1-10)
-El pacto davídico era un pacto incondicional en el cual Dios prometió a David un linaje real sin fin, un trono y un reino, todos ellos para siempre. (2 S. 7:4-16; 1 Cr. 17:3-15)
-El nuevo pacto, profetizado en el Antiguo Testamento y que tendrá su cumplimiento primario en el reino milenario, es también un pacto incondicional.

Veamos con más detalles algunos de ellos.
El pacto abrahamico.
Genesis 12:2,3 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré; y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Genesis cap.15 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y soy tu galardón sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo más Abram: Mira que no me has dado hijos, y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa. Y luego vino a él la palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede. Y le llevó fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente. Y creyó a Jehová, y Él se lo contó por justicia.

También Dios hizo pacto con Abraham sobre la nación de Israel.

Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. Y él respondió: Señor Jehová ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todas estas cosas, y las partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves. Y descendían aves sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el pavor de una grande oscuridad cayó sobre él… Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se dejó ver un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; Los cineos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

De estos 2 pactos de Dios saldrían otros dos pactos. EL pacto Mosaico y al Davidico
El pacto mosaico fue dado a través de Moisés para los hijos de Israel mientras que estaban viajando desde Egipto hacia la Tierra Prometida (Ex. 20:1 - 31:18).En Éxodo, y ampliado en muchas otras porciones de las Escrituras, Dios le dio a Moisés la ley que era para gobernar su relación con el pueblo de Israel. Los aproximadamente seiscientos mandamientos específicos están clasificados en tres divisiones principales: a) los mandamientos, conteniendo la voluntad expresada de Dios (Ex. 20:1-26); b) los juicios, relacionados a la vida social y cívica de Israel (Ex. 21: 1 - 24:11), y c) las ordenanzas (Ex. 24:12 - 31:18).
La ley mosaica era un pacto condicional e incorporaba el principio de que si Israel era obediente, Dios les bendeciría, pero si Israel era desobediente, Dios les maldeciría y les disciplinaría. Esto es destacado especialmente en Deuteronomio 28. Aunque ya se había anticipado que Israel fracasaría, Dios prometió que Él no abandonaría a su pueblo (Jer. 30:11). El pacto mosaico también fue temporal y terminaría en la cruz de Cristo. Aunque contenía elementos de gracia, era básicamente un pacto de obras.
Éxodo 34:10.  Él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa terrible la que yo haré contigo.
El pacto davídico (2 S. 7:4-16; 1 Cr. 17:3-15) era un pacto incondicional en el cual Dios prometió a David un linaje real sin fin, un trono y un reino, todos ellos para siempre. En la declaración de este pacto Jehová se reserva el derecho de interrumpir el actual reinado de los hijos de David si era necesario el castigo (2 S. 7:14-15; Sal. 89:20-37); pero la perpetuidad del pacto no podía ser quebrantada.
1 cronicas 17:1-15. Y aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas. Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo. Y sucedió que en aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo: Ve y di a David mi siervo: Así dice Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite: Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo. Dondequiera que anduve con todo Israel ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro? Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así dice Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás del rebaño, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel; y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho gran nombre, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. Asimismo he dispuesto lugar a mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en su lugar, y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes, y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Además te hago saber que Jehová te edificará casa. Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, que será uno de tus hijos; y afirmaré su reino. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por Padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquél que fue antes de ti; y yo lo afirmaré en mi casa y en mi reino eternamente; y su trono será firme para siempre. Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
Como el pacto abrahámico garantizaba a Israel una identidad eterna como nación y la posesión eterna de la tierra, así el pacto davídico les garantizaba un trono eterno y un reino eterno (Dn. 7:14). Desde el día en que el pacto fue establecido y confirmado por el juramento de Jehová, hasta el nacimiento de Cristo, a David no le faltó un hijo que se sentase en el trono; y Cristo el eterno Hijo de Dios e Hijo de David, siendo el justo heredero de aquel trono y el Único que se sentaría en aquel trono , completa el cumplimiento de esta promesa hecha a David de que un hijo se sentaría en este trono para siempre.
Lucas 1:27-33 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Y cuando ella le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería ésta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; y reinará sobre la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.

Luego nuestro Señor establecería un nuevo pacto. Pero antes veamos otros aspectos de los pactos.

En estos pactos vemos la gran fidelidad de Dios. En el pacto con Abraham, ya que cumplió su pacto y su profecía, cuando después del la esclavitud en Egipto su descendencia ocupo la tierra que le prometió, y cuando mediante su descendencia se bendijo a toda la tierra. En el caso de Moisés ya que mediante la ley se formo la nación de Israel con sus sacerdotes, jueces y su ejército. De este modo, como nación, expulsaron a los moradores la tierra prometida y la ocuparon. En el pacto con David, pues a pesar  de que algunos de sus descendientes no fueron del todo aceptados por Dios, y a pesar de que las demás tribus se apartaron de su casa, nunca falto un rey de su descendencia.

Qué gran demostración de amor y lealtad de Dios. Todos sus pactos se cumplieron y se cumplirán.

Sin embargo estos no son los únicos pactos de los que habla la biblia. A continuación trataremos este tema.
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