El lenguaje profético del infierno.

Desde hace algún tiempo estamos debatiendo el asunto del infierno en las redes sociales.

Un testigo de Jehová en su intento de negarlo dice que estas costumbres del lago de fuego vienen del helenismo y en otra ocasión de Babilonia.

Ahora bien puede ser cierto que los babilonios creyeran en el infierno. De hecho los Egipcios de los tiempos del patriarca José ya creían en el inframundo, en el mas allá. Los judíos en cambio creían en algo mas parecido a la metafísica.

Como explico siempre, hay que entender la Biblia como un libro que habla de Dios y de sus escogidos. No habla de la metafísica específicamente. Sin embargo existen otras colecciones judías que nos explican sus tradiciones. La Biblia cita algunas veces estas tradiciones de las cuales no entenderíamos nada si no conociéramos dichas tradiciones; un ejemplo claro es la leyenda de Lilit que las traducciones modernas traducen como lechuza cuando en realidad se refería a algo maligno (Isaías 34:14).

Y resulta que entendiendo este concepto de Lilit encontramos el sentido del texto. Veamos:

1) Acercaos, naciones, juntaos para oír; y vosotros, pueblos, escuchad. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero. Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos.

2) Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.

3) Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion. Y sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella. Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y niveles de asolamiento. Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada. En sus alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces. Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo. Allí anidará el búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera. Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu. Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí. Isaías 34

Isaías es quizás quien mas nos hable del infierno. Y es justamente el profeta que mas cita Jesús y quien mas se asemeja a la visión del Apocalipsis de Juan. Este es solo un pasaje de los tantos que puedo citar y sin embargo arroja una cantidad impresionante de análisis.

Es claro que el lenguaje profético habla de cosas metafísicas pero que están ilustradas ¿Como podrían estas bestias vivir en semejantes condiciones? No podrían. Pero como les explique habla de cosas metafísicas que también moran en el hombre como el alma. Por ejemplo la lechuza simboliza a Lilit que a su ves es conocida por la tradición judía como la madre de los demonios, es un símbolo de maldad que entra en la categoría del diablo.

También nos habla de chacales, fieras, hienas... todos símbolos de maldad.

Ahora comparemos con las visiones de Juan (los separé por números solo para una mejor comparación) y comprenderemos que es el mismo lenguaje y que no es lenguaje helenista ni babilonio.

 1) Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.  Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. Apocalipsis 19:17-20

Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Apocalipsis 14:9-11

2) Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:10

3)Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Apocalipsis 21:8

Conclusión.

Espero haya quedado claro la idea del lenguaje para entender que no es precisamente helenista. La traducción se asemeja al helenismo por cuestiones que también mencione a saber que los traductores debían descifrar el lenguaje tradicional hebreo para ser entendido por la cultura helenista. Mas si entendemos el lenguaje en que fue escrito, la relación entre Isaías y Apocalipsis es aun mas notable, lo cual reafirma la veracidad de las imágenes que se utilizan en la visión de Juan.

En otro articulo hablaremos del significado de algunas imágenes como por ejemplo la destrucción del Seol que también lo encontramos en el antiguo testamento pues la visión de Juan es puro lenguaje profético y bíblico.

Al que cree todo le es posible.

Mis 2 blogs cristianos, dedicados a estudiar la Biblia, suman a la fecha mas de 10.000 visitas y a modo de celebrarlo quiero hablarles de este texto que es vital en un cristiano: Al que cree todo le es posible. Marcos 9:23

Tzedaká

Tzedaká es el concepto de justicia social en el judaísmo. Es uno de los preceptos más importantes del judaísmo, a tal punto que la tradición indica que - junto a la teshuvá (el arrepentimiento) y la tefilá (la oración) es una de las acciones humanas capaces de revertir los decretos divinos.

Cosas que no te dijeron del diezmo.

Dios los bendiga!!!

Si bien ya realice un ensayo extenso del diezmo, aun quedan algunos puntos que pueden variar según el lenguaje, como lo es en el caso del tercer año sobre si se daba el 10% o el 20%.

Por ello seguí estudiando y encontré estos puntos un poquito mas resumidos para que puedan entenderlos mejor.

Los judaizantes y el apostol Pablo. Las 7 Leyes de Noé y la conversión de los Gentiles.

Este es un estudio que encontré en el sitio: http://www.cristianismo-primitivo.org/s1judaizantes.html

Las sectas en los tiempos de Jesús - Introducción

Este estudio nos ayudará a entender el contexto en el cual Jesús enseño y nos permitirá también comprender en mejor medida los hecho de los apóstoles.

Debo una vez mas recordarles que busquen la guía del Espíritu Santo con un corazón sincero.

Luego del exilio en Babilonia los judíos se vieron en la necesidad de cuestionarse cuales fueron las razones por las cuales Jehová los despojo. De aqui surgieron varias opiniones pero todos coincidieron en hacer un gran esfuerzo por cumplir con la ley de la mejor manera posible. En algunos casos incluso la cumplían al extremo.


Las sectas judías que permanecieron activas en tiempos de Jesús en Jerusalén, Judea y Galilea podrían haberse llamado partidos. Ninguna de ellas excluía a la otra como practicante de la Ley y de los Mandamientos en general; sus discrepancias radicaban en la forma de llevarlas a cabo.


Las discrepancia en estos asuntos se refleja en el Nuevo Testamento, donde la aguda crítica de Jesús revela la forma exterior de la Práctica de los Fariseos y las creencias morales de los Saduceos, que llevaron anteriormente a los Esenios a una vida de retiro y purificación continuas fuera del contacto con los demás, pero nunca a cambiar el lugar de Culto, es decir el Templo de Jerusalén.

Las sectas activas eran: (Para leer el estudio completo de cada secta has clic en el nombre correspondiente)





Los Fariseos 
Creían en la inmortalidad del alma, el castigo eterno de los malvados y la resurrección de los justos. Abogaban por el cumplimiento riguroso de la Halajá, la ley oral mosaica, que fue luego codificada en el Talmud.

Los Saduceos Se considera que los Saduceos negaban la resurrección de los muertos y que negaban la existencia de espíritus o ángeles. Rechazaban la interpretación de la Torah de los rabinos, y se los presenta habiendo negado que nada de la Biblia Hebrea, aparte de la Torah, tenía autoridad.

Los Esenios Creían en la inmortalidad del alma, el Juicio Final, la resurrección, la vida eterna gloriosa para los convertidos a Dios y el castigo infernal para los malvados. Consideraban verdadera la existencia, funciones y facultades de los ángeles. Al mismo tiempo sostenían la existencia de ángeles caídos y enemigos de Dios y Belial o Satanás, espíritu del mal. 
Para los esenios ningún humano tenía méritos para considerarse justo por sí mismo. Creían que solamente por amor de Dios podían las personas recibir perdón por sus pecados y que era la misericordia de Dios la que había permitido forjar una Nueva Alianza con Él a quienes se arrepentían y convertían. 

Los Zelotes 
fueron la facción más radical del judaísmo de su época, enfrentándose frecuentemente a otras facciones como los fariseos o saduceos, a quienes acusaban de tener "celo por el dinero". El vocablo zelota ha pasado a ser sinónimo en varios idiomas de intransigencia o radicalismo militante. 

Los AM-HA-ARETZ 
Constituían la mayoría de la población judía. 

CÉSAR VIDAL: "...la inmensa mayoría cumplía con las festividades judías, creía en el Dios único de Israel y en la Torá entregada por Éste a Moisés, e intentaban obedecerla dentro de sus propios medios. También parece que la esperanza mesiánica estaba muy extendida, así como la creencia en la resurrección". 

Para los fariseos, mucho más estrictos y legalistas, "los am-ha-aretz" eran "la gente de la tierra, demasiado contaminada como para poder presentarse limpia ante el Dios de Israel".
 

Entrecomillado todo lo que pertenece al libro de César Vidal.
 

Fuente: César Vidal, "El documento Q"


Gran parte de este estudio lo encontré en un foro, aunque no tengo información de quien lo realizó pude corroborar que toda la información es correcta. Es una compilación de información bíblica y extra bíblica de mucha riqueza. Además me tomé la libertad de hacer algunos comentarios.


Luego también podemos ver en Hechos de los apóstoles indicaciones a sectas de las cuales no tengo aun mayor información. Los del Camino (Hecho 9:2), Los cristianos (Hechos 11:26) y los Nazarenos (Hechos 24:5)

Los invito a compartir cualquier material o comentario al respecto.

Los Fariseos (Las sectas en los tiempos de Jesús)

Los fariseos (פרושים perushim, de parash que significa "separar") eran una comunidad judía que duró hasta el segundo siglo de la presente era. El grupo atribuía su inicio al período de la cautividad babilónica (587 - 536 adC). Algunos sitúan su origen durante la dominación persa o los consideraban sucesores de los hasidim (devotos). Se definieron como partido durante la revuelta de los macabeos contra los invasores sirios (167 – 165 adC). Fueron coetáneos de saduceos, esenios y zelotes. 

Doctrina
 

Creían en la inmortalidad del alma, el castigo eterno de los malvados y la resurrección de los justos. Abogaban por el cumplimiento riguroso de la Halajá, la ley oral mosaica, que fue luego codificada en el Talmud. Se enfrentaban con la opinión de los saduceos que negaban la validez de la ley oral. Su minuciosidad y casuismo les valió la condena de Jesús, quien los acusó de respetar más la letra que el espíritu de la ley (Mateo 23:2-4) y de sustituir la palabra de Dios por la tradición (Mateo 15:1-9). Se enfrentaron con éste, rechazando la doctrina de los cristianos primitivos de que era el Mesías prometido en la Biblia.
 

A diferencia de los saduceos, los fariseos lograron que sus interpretaciones fueran aceptadas por la mayoría de los judíos. Por ello, tras la caída del Templo, los fariseos tomaron el control del judaísmo "oficial", y transformaron el culto. El más alto representante del judaísmo era el Sumo Sacerdote, cargo que a la destrucción del templo se volvió innecesario; así el culto pasó a la sinagoga (
בית כנסת, beit knesset, "casa de reunión" en hebreo). 

De los antiguos fariseos surgió la línea rabínica ortodoxa de los doctores de la ley que fue la que redactó los distintos Talmudim.
 

Conflicto político-religioso
 

Se opusieron a la política del Sumo Sacerdote Juan Hircano (134-104 adC), el cual reinó apoyado por los saduceos. Juan Hircano, hijo de Simón Macabeo, vivía más como un rey pagano que como un sacerdote judío, y los sectores tradicionalistas criticaban la identificación entre la realeza y el sacerdocio, reclamando una separación de ambas funciones. El líder fariseo Eleázar exigió que Juan Hircano renunciara al sumo sacerdocio. El enfrentamiento de los fariseos contra los saduceos se agudizó durante los reinados de los hijos de este, Aristóbulo I (104-103 adC) y Alejandro Janeo (103-76 adC. Este último reprimió un levantamiento popular e hizo crucificar a tres mil fariseos.
 

La viuda de Alejandro Janeo, Alejandra Salomé reinó del 76 al 67 adC, rehabilitó a los sacerdotes fariseos y los hizo parte del Sanedrín o senado judío, acrecentando su influencia política y religiosa. La reina nombró a su hijo Hircano II como Sumo Sacerdote, con el apoyo fariseo. El hermano menor de éste, Aristóbulo II se proclamó rey a la muerte de Alejandra y depuso a Hircano II, que buscó refugio entre los nabateos, con cuyo rey Aretas III y con apoyo fariseo sitió Jerusalén en el 65 adC, pero fue derrotado debido a que los romanos apoyaron a Aristóbulo II.
 

Gracias a las gestiones de su canciller, el idumeo Antípatro, Hircano II logró el apoyo del general romano Pompeyo, quien tomó Jerusalén en el 63 adC, y lo reinstaló como Sumo Sacerdote, llevándose a Aristóbulo a Roma, mientras Antípatro ejercía de hecho como gobernante de Judea. El poder político y religioso de los fariseos se mantuvo así. Muerto Pompeyo, Julio César nombró a Hircano II etnarca de Judea y al hijo de Antipatro, Herodes, como estratega de Galilea.
 

En el 40 adC, Antígono, hijo de Aristóbulo II, con apoyo del Imperio Parto y de los saduceos, tomó el poder, detuvo y mutiló a Hircano II. Herodes que había huido y el general romano Socio, retomaron Jerusalén en el 37 adC. Bajo el Imperio romano, Herodes fue rey entre el 37 y el 4 adC y contrajo matrimonio con Mariana, hija de Hircano II, a quienes luego ejecutó, provocando la ruptura entre los fariseos y la dinastía herodiana.
 
En el 4 adC el fariseo Saddoq y Juan el Galileo se levantaron llamando a no pagar impuestos a Roma. El hijo de Herodes, Arquelao y el jefe militar romano Varo reprimieron el levantamiento y crucificaron a dos mil rebeldes. Se considera que esta revuelta fue el origen de los zelotes, que consideraban que la única forma de quitarse el yugo romano era a través de una revuelta armada, tal como intentaron con fatal resultado. La rebelión acabó con el suicidio colectivo de la asediada Masada (año 73). 

Referencias
 

* Flavio Josefo. Antigüedades de los Judíos, 13 a 15.
 
* Grant, Michael 1973: The Jews in Roman World. Dorset Press, 1984.

Los Saduceos (Las sectas en los tiempos de Jesús)

La secta de los Saduceos (o Zadokitas y otras variantes) - que pudieron haberse originado como un partido político – fue fundada en el Siglo II adC y cesó de existir en algún momento después del siglo I adC. Se dice de sus rivales, los Fariseos, que originaron en el mismo periodo, pero que sobrevivieron como las posteriores formas de Judaísmo Rabínico. 

Su nombre en hebreo fue tsedduqim, nombre que eligieron para indicar que eran seguidores de las enseñanzas del Sumo Sacerdote Zadoki, que ungió a Salomón rey durante la era del Primer Templo. Aunque pocos o ninguno de sus propios escritos se han preservado hasta hoy, parece que fueron un grupo de sacerdotes, asociados con el liderazgo del Templo de Jerusalén. Algunos dicen que no eran verdaderos descendientes del Sumo Sacerdote Zadoki, sino más bien los seguidores de otro Zadok que se rebeló contra su Maestro Rabínico.
 

La mayor parte de lo que conocemos sobre los Saduceos es por Flavio Josefo, que escribió que eran un grupo belicoso cuyos seguidores eran ricos y poderosos, y que les consideraba groseros en sus interacciones sociales. Sabemos algo de ellos por discusiones en el Talmud, el corazón del Judaísmo rabínico , que está basada en enseñanzas de Judaísmo Farisaico .
 

Creencias
 

Se considera que los Saduceos negaban la resurrección de los muertos [Wikipedia dice "la inmortalidad del alma", lo cual es inexacto], y bajo esta luz son tratados en el Nuevo Testamento debatiendo el asunto con Jesús, y que negaban la existencia de espíritus o ángeles.
 

Rechazaban la interpretación de la Torah de los rabinos, y se los presenta habiendo negado que nada de la Biblia Hebrea, aparte de la Torah, tenía autoridad. Como la misma Torah, los Saduceos son presentados interpretándola literal y rigurosamente en materias que cubre directamente, al mismo tiempo que rechazando las tradiciones rabínicas que mitigan los castigos más duros o intentan prevenir faltas no intencionadas.
 

Sin embargo hay evidencia de que hubo un cisma interno entre los llamados "Saduceos" – algunos que rechazaban a los Ángeles, el Alma, la Resurrección – y algunos que aceptaban estas doctrinas y la Biblia Hebrea al completo.
 

En cuanto a los registros siguientes del Talmud, uno debe tener presente que las historias con respecto a los Saduceos fueron escritas por un pueblo que que los derrotó, y pueden contener muchas inexactitudes.
 

Con respecto a la jurisdicción criminal, eran tan rígidos que el día en que su código fue abolido por el Sanedrín Farisaico bajo el liderazgo de Simeón Ben Shetah, durante el reinado de Salome Alexandra, se celebró como una fiesta. Se dice que los Saduceos insistieron en la ejecución literal de la ley de la venganza: "Ojo por ojo, diente por diente", que el judaísmo farisaico, y posteriormente el judaísmo rabínico, rechazaron. Por otro lado, no infligían la pena de muerte en testigos falsos en un caso donde la pena capital se hubiera llevado injustamente a cabo, a menos que el acusado hubiera sido ejecutado únicamente como consecuencia del testimonio de tales testigos.
 

Según el Talmud, otorgaban a la hija el mismo derecho de herencia que la hija del hijo en caso de que el hijo estuviera muerto.
 

De acuerdo con el Talmud, sostenían que las siete semanas desde la primera ofrenda de gavilla de cebada ("omer") hasta el Shavuot (Pentecostés en la referencia cristiana) debían , según Lev.23:15-16, ser contados desde "el día después del sábado," y, consecuentemente, que el Shavuot siempre se debería celebrar en el primer día de la semana (Meg. Ta'an. i.; Men. 65a). En esto seguían la antigua concepción Bíblica que considera la fiesta de los primogénitos sin conexión con la Pascua, mientras que los Fariseos, conectando la fiesta del Éxodo con el festival de la entrega de la Ley, interpretaban el "el día después del sábado" como el segundo día de Pascua.
 
Con respecto a rituales en el Templo en Jerusalén: 

* Sostenían que los holocaustos diarios debían ser ofrecidos por el sumo sacerdote a su propia costa, mientras que los Fariseos sostenían que debían ser provistos como un sacrificio nacional a costa del tesoro del Templo al que se pagaban impuestos.
 

* Sostenían que la ofrenda de carne pertenecía a la porción del sacerdote; mientras que los Fariseos lo reclamaban para el altar.
 

* Insistían en un grado especialmente alto de pureza en aquellos que oficiaban en la preparación de las cenizas de la Novilla Roja. Los Fariseos, por el contrario, se oponían a tal severidad.
 

* Declaraban que el encendido del incienso en la nave con que el sumo sacerdote entraba el Santo de Santo en el Día de la Expiación debía suceder afuera, para que estuviera envuelto en el humo al encontrarse con el Shekhinah dentro, según Lev. xvi. 2; mientras que los Fariseos, negando al sumo sacerdote la alegación de tal visión sobrenatural, insistían en que el incienso fuera encendido dentro.
 

* Se oponían a la festividad popular de la libación de agua y la procesión precediendo la misma cada noche del banquete de Sukkot.
 

* Se oponían a la afirmación Farisaica de que los rollos de las Sagradas Escrituras tuvieran, como cualquier vasija santa, el poder de volver ritualmente impuras (tabú) las manos de los que las tocaran.
 

* Se oponían a la idea Farisaica del eruv, la unión de varias zonas privadas en una para poder llevar comida y vasijas de una casa a otra en sábado.
 

* Al fechar todos los documentos civiles usaban la frase "después del sumo sacerdote del Altísimo," y se oponían a la fórmula introducida por los Fariseos en documentos de divorcio, "Según la ley de Moisés e Israel".
 

* Muchos eruditos creen que el libro Apócrifo de Sirach fue escrito por un Saduceo.
 

Fuente: Wikipedia

Los Escribas (Las sectas en los tiempos de Jesús)

Escriba: Secretario o copista de las Escrituras; posteriormente, persona educada en la Ley. La palabra hebrea so·fér, que procede de una raíz que significa “contar”, se traduce “secretario”, “escribano”, “copista”; y la palabra griega gram·ma·téus se traduce “escriba”, “instructor público”. El término alude a una persona entendida.

Escribas en la Biblia 

En la tribu de Zabulón estaban los que poseían el “equipo de escribano” para numerar y registrar las tropas. (Jue 5:14; compárese con 2Re 25:19; 2Cr 26:11.) Había escribas o secretarios relacionados con el trabajo en el templo. (2Re 22:3.) El secretario del rey Jehoás trabajaba con el sumo sacerdote en contar el dinero que se había contribuido, y luego se lo daba a los que pagaban el salario a los trabajadores que reparaban el templo. (2Re 12:10-12.) Baruc escribía lo que el profeta Jeremías le dictaba. (Jer 36:32.) Los secretarios del rey Asuero de Persia escribieron bajo la dirección de Hamán el decreto que promulgaba la destrucción de los judíos, y más tarde redactaron el contradecreto bajo la supervisión de ggMardoqueo. (Est 3:12; 8:9.)
 

Copistas de las Escrituras
 

En los días del sacerdote Esdras se empezó a reconocer a los escribas (soh·ferím, “soferim”) como grupo diferenciado. Estos eran copistas de las Escrituras Hebreas, muy cuidadosos en su trabajo, y les aterraban los errores. Con el transcurso del tiempo se hicieron extremadamente meticulosos, hasta el grado de que no solo contaban las palabras copiadas, sino incluso las letras. El hebreo se escribió solo con consonantes, hasta varios siglos después de Cristo, y omitir o añadir una sola letra hubiera cambiado con facilidad una palabra en otra. Si se detectaba el más mínimo error, por ejemplo, que una sola letra estuviera mal escrita, toda aquella sección del rollo se rechazaba como no apta para la sinagoga. Dicha sección se eliminaba y reemplazaba por otra nueva en la que no hubiese errores. Antes de escribir una palabra, la leían en voz alta. El simple hecho de escribir una sola palabra de memoria se consideraba un pecado grave. Se llegaron a introducir prácticas absurdas. Se dice, por ejemplo, que los escribas religiosos limpiaban con gran meticulosidad su pluma antes de escribir la palabra ´Elo·hím (Dios) o ´Adho·nái (Señor Soberano).
 

Sin embargo, a pesar de este cuidado extremo por evitar errores involuntarios, con el transcurso del tiempo los soferim empezaron a tomarse libertades introduciendo cambios en el texto. Cambiaron el texto hebreo primitivo en 134 pasajes a fin de que leyese ´Adho·nái en lugar de YHWH. En otros pasajes se utilizó como sustituto la palabra ´Elo·hím. Muchos de los cambios que hicieron los soferim se debieron a un espíritu supersticioso con relación al nombre divino, y también para evitar antropomorfismos, es decir, atribuir a Dios atributos humanos. Los masoretas, nombre por el que se llegó a conocer a los copistas siglos después de Cristo, se dieron cuenta de las alteraciones que habían hecho los soferim y las registraron en el margen o al final del texto hebreo. Estas notas marginales llegaron a conocerse como la masora. En quince pasajes del texto hebreo los soferim marcaron ciertas letras o palabras con puntos extraordinarios. No hay consenso sobre el significado de estos puntos extraordinarios.
 

La masora de los textos hebreos, es decir, la escritura en letra pequeña al margen de la página y al final del texto, contiene una nota al lado de varios pasajes hebreos que lee: “Esta es una de las dieciocho enmiendas de los soferim”, u otra frase similar. Estas enmiendas se hicieron porque se pensaba que los pasajes originales del texto hebreo eran irreverentes para con Dios o irrespetuosos para con sus representantes terrestres. Aunque bien intencionada, fue una alteración injustificada de la Palabra de Dios. [1]
 
Los escribas, maestros de la Ley 

En un principio, los sacerdotes eran a su vez escribas. (Esd 7:1-6.) Sin embargo, se dio mucha importancia a que todos los judíos tuvieran conocimiento de la Ley. Los que estudiaron y obtuvieron una buena formación consiguieron el respeto del pueblo, y con el tiempo estos eruditos, muchos de los cuales no eran sacerdotes, formaron un grupo independiente. Por ello, en el tiempo de Jesús la palabra “escribas” designaba a una clase de hombres a quienes se había instruido en la Ley. Estos hicieron del estudio sistemático y de la explicación de la Ley su ocupación. Se les contaba entre los maestros de la Ley o los versados en ella. (Lu 5:17; 11:45.) Por lo general pertenecían a la secta religiosa de los fariseos, pues este grupo reconocía las interpretaciones o “tradiciones” de los escribas, que con el transcurso del tiempo habían llegado a ser un laberinto desconcertante de reglas minuciosas y técnicas. La expresión “escribas de los fariseos” aparece varias veces en las Escrituras. (Mr 2:16; Lu 5:30; Hch 23:9.) Este hecho puede indicar que algunos escribas eran saduceos, que creían solo en la Ley escrita, mientras que los escribas de los fariseos defendían con celo tanto la Ley como las tradiciones orales que se habían ido acumulando, ejerciendo una influencia aún mayor que los sacerdotes en la conciencia popular. Los escribas se encontraban sobre todo en Jerusalén, aunque también se les podía hallar por toda Palestina y en otras tierras entre los judíos de la Diáspora. (Mt 15:1; Mr 3:22; compárese con Lu 5:17.)
 

La gente respetaba a los escribas y los llamaba “Rabí” (gr. rhab·béi, “Mi Grande; Mi Excelso”; del heb. rav, que significa “muchos”, “grande”; era un título de respeto que se usaba para dirigirse a los maestros). Este término se aplica en varios lugares de las Escrituras a Cristo. En Juan 1:38 se dice que significa “Maestro”. Jesús era, de hecho, el maestro de sus discípulos, pero les prohibió que codiciaran esa designación o que se la aplicaran como título (Mt 23:Cool, como hacían los escribas. (Mt 23:2, 6, 7.) Condenó a los escribas de los judíos y a los fariseos porque habían hecho añadiduras a la Ley y habían ideado subterfugios para burlarla, de modo que les dijo: “Han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición”. Mostró un ejemplo de ello: permitían que alguien que tenía que ayudar a su padre o a su madre no lo hiciera so pretexto de que lo que poseía para ayudar a sus padres era un don dedicado a Dios. (Mt 15:1-9; Mr 7:10-13; véase CORBÁN.)
 

Jesús declaró que los escribas, al igual que los fariseos, habían convertido la Ley en una carga para la gente al saturarla de sus añadiduras. Además, como clase, no le tenían ningún amor a la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y los títulos altisonantes. Su religión era solo una fachada, un ritual, que encubría su hipocresía. Jesús mostró lo difícil que sería para ellos obtener el favor de Dios debido a su actitud y sus prácticas, diciéndoles: “Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?”. (Mt 23:1-33.) Los escribas tenían una gran responsabilidad, puesto que conocían la Ley. Sin embargo, habían quitado la llave del conocimiento. No se contentaban con rechazar a Jesús, de quien testificaban sus Escrituras, sino que se hicieron más reprensibles al intentar impedir por todos los medios que nadie lo reconociera o siquiera lo escuchara. (Lu 11:52; Mt 23:13; Jn 5:39; 1Te 2:14-16.)
 

Los escribas no solo eran responsables como “rabíes” de las aplicaciones teóricas de la Ley y de la enseñanza de esta, sino que también poseían autoridad judicial para dictar sentencias en tribunales de justicia. Había escribas en el tribunal supremo judío, el Sanedrín. (Mt 26:57; Mr 15:1.) No recibían ningún pago por juzgar, y la Ley prohibía los regalos y los sobornos. Puede ser que algunos rabíes poseyeran riquezas heredadas, pero casi todos tenían un oficio, del que se enorgullecían, puesto que les permitía mantenerse al margen de su servicio religioso. Aunque no estaba permitido remunerarles por su labor judicial, es posible que esperaran y recibieran pago por enseñar la Ley. Esto se puede inferir de lo que dijo Jesús cuando advirtió a las muchedumbres de la avaricia de los escribas y también cuando habló del asalariado a quien no le importan las ovejas. (Mr 12:37-40; Jn 10:12, 13.) Pedro escribió que los pastores cristianos no deberían obtener ganancia de sus puestos de responsabilidad. (1Pe 5:2, 3.)

Los Esenios (Las sectas en los tiempos de Jesús)

Los Esenios era una secta judía cuyo origen se remonta al movimiento 'hasideo' de la época de la dominación Seléucida (197 a 142 adC) y cuya existencia hasta el siglo I está documentada por distintas fuentes. Fueron contemporáneos de los saduceos y los fariseos. 

Sobre el origen de la palabra del nombre esenio, se han tejido varias hipótesis: puede significar "santos", en griego oseeos, una referencia a "los piadosos" hasidei, en arameo hesé; o venir del hebreo, osei hacedores (de la Ley), eça consejo o assayya sanadores o terapeutas. El Talmud los llamó "bautistas matinales" (tovilé shahrit). Escritos árabes se refiere a ellos como magaritas, "de las cuevas".
 

Se ha especulado con que Jesús de Nazaret y Juan el Bautista tenían relaciones con ellos o incluso pertenecían a la secta. [NOTA MÍA: Juan Bautista es probable que al menos los hubiera conocido. Sobre la relación de Jesús con los esenios no sé de fuentes fiables que puedan documentarla]. Entre ellos se ha querido ver el germen del cristianismo y Renan llegó a escribir que "el cristianismo fue en gran medida el esenismo triunfante". [NOTA MÍA: Lo que dice Renan no es verdad].
 

Documentos
 

Durante mucho tiempo fueron sólo conocidos por las referencias de autores antiguos, tales como Plinio el Viejo, Flavio Josefo, Filón, Dión Crisóstomo, Hipólito de Ostia y Epifanio de Constancia. De ellos se sabe hoy mucho más, gracias al descubrimiento en 1947, de los Manuscritos del Mar Muerto. Llamaba a la gente a abandonar el orden de cosas existente y entrar en una comunidad de bienes y de normas que se consideraba a sí misma el resto de Israel que establecía la Nueva Alianza con Dios.
 

La Comunidad
 

Tras la revuelta Macabea (166-159 adC), que habían apoyado pero cuyos resultados finales no compartieron, se retiraron al desierto para "preparar el camino del Señor", bajo el mando de un nuevo líder, el Maestro de Justicia.
 

Si alguien deseaba ser miembro de la comunidad (Yahad) debía ser instruido, aceptado y luego pasar dos años de prueba para ingresar definitivamente. A los que hacían el juramento y entraban en la comunidad, se les exigía una vida entera de estudio de la Ley, humildad y disciplina. No volvían a jurar pues estaban obligados a decir siempre la verdad. Sus bienes pasaban a ser parte de toda la comunidad, y al igual que los frutos del trabajo de cada uno, se distribuían según las necesidades de cada uno, dejando una parte para auxiliar a pobres, viudas, huérfanos, mujeres solteras de edad, desempleados, forasteros y esclavos fugitivos, que sin ser integrantes de la comunidad requirieran ayuda. Se imponía también la observancia de un estricto código de disciplina, cuya base era la corrección fraterna mutua.
 

Interpretaban la Ley, o mejor dicho, administraban la interpretación última de la Ley que había sido revelada a su fundador, a quien se hace referencia en sus escritos como el MAESTRO DE JUSTICIA. Este personaje, del que sabe algo más gracias a los manuscritos del Mar Muerto, actuó, según la mayoría de los expertos, hacia el 150 adC y se habría opuesto al Sumo Sacerdote Jonatán, hermano de Judas Macabeo, al considerar que había abandonado la fidelidad a Dios. Sus seguidores marcharon a Qumrán, sitio que los integrantes de la comunidad llamaron Damasco. La arqueología muestra que la ocupación de Qumrán fue intensa del 103 al 76 adC, durante los reinados de Aristóbulo I y Alejandro Janeo, quienes persiguieron cruelmente a sus opositores.
 

El esenismo no se limitó a Qumrán. Se sabe que en el siglo I en Jerusalén había un barrio esenio. Muchos esenios, unos 4.000, según Flavio Josefo, vivían en las ciudades, de una forma particular, pacifista, en comunidad de bienes, manifestando su doctrina. Según este autor, parte de los esenios como norma no se casaban, pero otros por el contrario sí lo hacían, entre estos últimos estaban los de Qumrán, que debían contraer matrimonio a la edad de 20 años.
 

La comunidad de Qumrán, se autosostenía con los trabajos agrícolas. En las ruinas es notable el número de depósitos de agua. Estos eran imprescindibles para las necesidades físicas de la comunidad en medio del desierto, pero también desempeñaban una parte importante de su ritual, que incluía numerosos lavados.
 

Creencias
 

Creían en la inmortalidad del alma, el Juicio Final, la resurrección, la vida eterna gloriosa para los convertidos a Dios y el castigo infernal para los malvados. Consideraban verdadera la existencia, funciones y facultades de los ángeles. Al mismo tiempo sostenían la existencia de ángeles caídos y enemigos de Dios y Belial o Satanás, espíritu del mal.
 

Para los esenios ningún humano tenía méritos para considerarse justo por sí mismo. Creían que solamente por amor de Dios podían las personas recibir perdón por sus pecados y que era la misericordia de Dios la que había permitido forjar una Nueva Alianza con Él a quienes se arrepentían y convertían.
 

En sus escritos dicen:
 

Los que caminan en el espíritu de la verdad recibirán curación, una larga vida de paz y fecundidad, junto con toda bendición perpetua y alegría eterna en una vida sin fin, una corona de gloria y un manto de majestad en la luz inextinguible. Por el contrario, los que caminen en el espíritu de las tinieblas verán una multitud de plagas de manos de todos los ángeles de destrucción, condenación eterna por la fuerza vengadora de la ira de Dios, tormento sin fin y desgracia perpetua, junto con la extinción infamante en el fuego de las regiones tenebrosas.
 

Proclamaban que gracias al Espíritu Santo los convertidos podían entender la palabra de Dios, interpretar sus mensajes en las Escrituras y en la vida y profetizar. El pueblo les reconocía el don de profecía y el de sanación. Sus escritos se refieren a sanaciones por imposición de manos y al estudio de las propiedades medicinales de plantas y piedras.
 

Consideraban que los poderes humanos siempre oprimen y por lo mismo no participaban en las guerras:
 

¿Qué pueblo desea ser oprimido por otro más fuerte que él? ¡Quién desea ser despojado inicuamente de su fortuna? Y sin embargo ¿cuál es el pueblo que no oprime a su vecino? ¿Dónde está el pueblo que no ha despojado a otro de su fortuna?
 

Esperaban la era mesiánica cuyo advenimiento preparaban. En sus escritos de fines del siglo II adC, se refieren a un mesías sacerdote y a un mesías rey, destacando la importancia del primero, en coincidencia con el origen sacerdotal de los fundadores de la comunidad. En sus escritos de los siglos I adC y I, la concepción mesiánica evoluciona hacia destacar al mesías rey y al mismo tiempo que se le atribuye filiación divina. Por otra parte adquiere importancia también la figura bíblica de Melquisedec, el sacerdote que no perteneció al linaje sacerdotal.
 
Referencia 

* Vidal Manzanares, César 1993: Los esenios y los rollos del Mar Muerto. Martínez-Roca, Barcelona.
 

Fuente: Wikipedia